Transcurría el año 1971 cuando abre sus puertas Veterinaria Lasplaces; y lo hace en un pequeño salón de la calle Alberto Lasplaces 1563, frente a la Facultad. Si ya se!! No fuimos muy originales con el nombre, pero fue lo que se nos ocurrió en ese momento, no se nos paso por la mente, que quizás con el tiempo el nombre que tan ligeramente escogimos llegara a ser una marca reconocida. El local; que aun existe, mide 2 x 3 mts. Es de bloques pintados a la cal, con techos de chapa y fue construido en lo que la Intendencia llama zona precaria, pues esta destinada a expropiación, para ensanche de L. A. De Herrera. El Arquitecto fue “El Ruso” (un amigo de la vida) que trabajaba de albañil, con mi invalorable colaboración en la tarea técnica de: alcanzarle los materiales y el combustible necesario (llámese; cerveza, vino, grapa; según el clima) para que pudiera dedicarse con toda atención a la obra.
Los primeros momentos fueron muy difíciles; como en todos los comienzos. A pesar de contar con gran apoyo de; estudiantes, funcionarios y profesores de facultad, nos faltaba lo principal para una actividad comercial como lo es el capital. Tengo muchos recuerdos de esos difíciles momentos que pasamos, y no todo era malo, éramos jóvenes y optimistas y no nos quebraban fácilmente, aprendimos a valorar la amistad la solidaridad y los valores de muchos, que para nombrarlos a todos necesitaría muchas hojas; quienes ayudaron, alentaron, respaldaron y cada uno aporto lo que podía de acuerdo a sus posibilidades, para que pudiéramos seguir adelante con lo que ya era para nosotros, un medio de vida. A pesar de estar frente a facultad, nuestra ubicación no era la mejor para poder promocionarnos. En esos tiempos no existían tantas clínicas veterinarias como ahora, y la Facultad atendía de 30 a 40 animales por la mañana y la misma cantidad por la tarde, este publico salía de facultad con una receta para comprar medicamentos y no reparaba en nosotros; con lo que se hacia muy difícil competir.
Ante esta imposibilidad comercial que se sumaba a la de falta de inversión, es que se define cual va a ser el futuro inmediato del negocio. No queda otra alternativa que; utilizar al máximo nuestras capacidades técnico comerciales y nuestros conocimientos farmacéuticos; estudiando y apuntando al mercado veterinario de animales de producción y seguir dando servicio en pequeños a lo poco que pudiéramos captar. Con las vacas y las ovejas comenzamos a crecer y a contribuir desde Montevideo a prestar un servicio al agro; que hasta ese momento lo brindaban solamente dos importantes empresas: Veterinaria De Boni y Veterinaria Filgueira. Descubrimos que el mercado de productos veterinarios para grandes animales era totalmente diferente al de pequeños, pues la decisión de compra del producto veterinario pasa por un análisis de costo y beneficio y no por el cariño que se le tiene a la mascota.
Se intento llegar con servicio agregado al productor; que por diferentes razones residía en la capital, o tenia su oficina, (el industrial, el profesional, el comerciante) a quienes intentábamos satisfacer con nuestras propuestas de asesoramiento, respaldo y buenos precios. Así fue como comenzamos a ganarnos un lugar en el medio rural y nos transformamos en verdaderos profesionales de esta actividad; técnico-comercial. A los tres años nos mudamos al lugar donde operamos actualmente y a los 15 años; motivados por acercarle al productor nuestra atención de calidad; abrimos nuestra primera sucursal en la ciudad de Cardona, junto al Dr. Pablo Nieto. Durante los siguientes años llegamos a poseer la mayor red comercial de venta de productos veterinarios; contando con 13 locales Lasplaces ubicados estratégicamente desde el Río Negro hacia el sur.Cardona-Risso-Palmitas-Rodó-Ombues de la Valle-Miguelete-San José- San Pedro-Florida-Rodó-Carmelo-Pando y Mdeo.
Con lo que nos transformamos (sin ninguna duda), en la Empresa Comercial con la dedicación de la mayor cantidad de profesionales veterinarios del País. Por supuesto, en tantos años de actividad, nos Atoco vivir las diferentes alternativas económicas y políticas, que incidían directamente en nuestras realidades. Pero la que mas nos golpeo fue la crisis que para toda la ciudadanía fue en el 2002 con la ruptura de la famosa tablita y la caída del sistema bancario y que para nosotros comenzó por el 1999 con la aftosa. Durante este periodo nos vimos obligados a cerrar varias de las sucursales; darle la posibilidad de independizarse a los que la tuvieran; y a los que no; reubicarlos en otros lugares dentro de la empresa. Con estas decisiones lo que logramos fue disminuir los costos fijos, para así poder sobrellevar los adversos momentos que nos tocaba transitar, sin disminuir la calidad de nuestros servicios. No obstante no nos quedamos esperando que nuevamente fueran las decisiones de otros; las que definieran nuestra situación y es así que en el peor momento económico decidimos invertir en reciclar nuestro local de Mdeo. Y mejorar la calidad de nuestra atención al público. Paralelamente comenzamos a dar un servicio de atención preferencial, al profesional veterinario, creando para esto una distribuidora ; la que tiene como objetivo informar y brindar al técnico, una atención diferencial.
Esta inversión; junto al compromiso con el proyecto al que se comprometieron todos los integrantes de la empresa; técnicos y no técnicos; hizo que en pocos años nos constituyéramos en la única empresa con atención profesional; líder en los dos grandes mercados; el de pequeños y el de grandes animales. Esto ya pertenece a la historia. Hoy; existe un presente Y desde ahora; estamos elaborando un futuro.